La malnutrición en la etapa de la vejez, es un hecho actual, y cada vez más presente, por lo tanto veo de gran importancia tratar este tema, ya que tarde o temprano todos llegaremos, y si puede ser en el mejor estado posible.
Es muy frecuente que en la población anciana se den estos casos de malnutrición, sobre todo a medida que va incrementando la edad.
A parte de este también hay otros factores asociados al aumento de la malnutrición, estos factores son:
LA EDAD: A medida que pasan los años se ha observado que hay un mayor deterioro corporal, esta malnutrición puede ser tanto causa cómo síntoma.
EL SEXO: También se ha observado que hay una mayor aparición de casos en cuanto al sexo femenino se refiere.
LA INSTITUCIONALIZACIÓN: Se ha observado diferencia en ambos casos, siendo así un aumento en ancianos que están institucionalizados en residencias u hospitales, siendo así una diferencia del 3,3% en casos NO ingresados y un 7,7% en personas SI ingresadas.
(Estudio científico entre ancianos ingresados y no ingresados.)
Estos factores mencionados son lo que aumentan las posibilidades de que aparezca la malnutrición, ahora vamos a explicar porque la malnutrición puede ser tanto un síntoma o una causa.
LA MALNUTRICIÓN COMO CAUSA
Cuando hablamos de la malnutrición como la causa de otras patologías o síntomas se debe a que puede darse la situación de que anteriormente exista una malnutrición y a causa de esta aparezcan otras patologías asociadas, cómo por ejemplo déficit de nutrientes que desembocan en caída de pelo, manchas en la piel… estas mas leves, o incluso llevar a desembocar en patologías más graves cómo hipertensión arterial, hipercolesterolémia, déficit proteico, pérdida muscular y ósea, insuficiencias renales… Afecta directamente al sistema inmunológico, provocando así una bajada de defensas y dejando al cuerpo desprotegido ante el ataque de virus o infecciones.
Al fin y al cabo, la nutrición y la alimentación es un pilar fundamental para el correcto funcionamiento del cuerpo, si falla la base, poco a poco las demás funciones irán fallando detrás, hasta el punto de que lleven a ser tan graves que puedan incluso aumentar el riesgo de mortalidad.
Motivo de más para tener especial cuidado con la alimentación, y no solo cuando nos estamos acercando a esa etapa de vida, cuándo vemos que el tiempo se nos hecha encima, hay que cuidarla con antelación, día a día.
LA MALNUTRICIÓN CÓMO SÍNTOMA
Por otra parte, también se presentan algunos casos en el que la alimentación no es un problema, en el que la persona intenta nutrirse y alimentarse de manera correcta pero por problemas del organismo resulta imposible.
Algunas de estas causas pueden ser que a partir de cierta edad empiezan a haber falta o sensibilidad de las piezas dentales, con lo cual la masticación y posterior digestión del alimento no será completo.
También se puede dar por alteraciones del sistema digestivo que produce mala absorción de algunos nutrientes, cómo pueden ser patologías del colon, gastritis, reflujo, intolerancias, daños en el epitelio y en las mucosas intestinales…
Pueden haber muchas patologías asociadas o simplemente que a medida que avanza la edad, también se presenta una disminución del apetito, de las ganas de cocinar o preocuparse por la comida…
Por lo tanto, después de la información descrita anteriormente, queda más que demostrado la importancia y el especial cuidado que debemos tener en la alimentación, tanto en la nuestra para evitar futuras complicaciones, como en la de nuestros mayores, debemos gastar un poquito más de tiempo pensando en qué queremos cómo o qué necesitamos comer para estar sanos, para llegar de la mejor manera posible a la etapa de la vejez. O cómo podemos cuidar a nuestros mayores para que tengan la mejor calidad de vida posible.
(Estudio científico cómo detectar la malnutrición)
Dietista-nutricionista
Irene Zarco
COL: 00846