¿A cuántos de nosotros no nos ha apetecido un helado con el calor del verano?
Cuando llega el calor, tenemos la costumbre de llenar un cajón del congelador de heladitos, da igual el tipo que sean, de hielo, de nata, sándwich… Aparte de estos, también están los de las heladerías, cremosos, smoothies… Algunos incluso nos venden como saludables por llevar fruta, una fruta que equivale a un porcentaje muy bajo si lo comparamos con otros ingredientes.
La gran mayoría, están compuestos por nata o aceites que nos van a aumentar las grasas, además lo más común es que no sean grasas saludables, ya que no pinta mucho un aceite de oliva virgen extra en un helado. Alguna grasa más saludable podría ser el aceite de coco, en este caso sí que sería saludable en su justa medida.
Otro de los componentes de estos dulces, como de muchos otros, es el azúcar. Este se utiliza para endulzar y darle un aspecto más suculento y apetecible. A veces puede ser una pequeña porción y la gran mayoría de veces un alto porcentaje ya que se encuentra en el interior del helado o en las decoraciones, coberturas de este.
Cada vez más, podemos encontrarlos sin azúcar, muchas de estas veces en vez de azúcar en su formato conocido lo añaden en otro formato, pero sigue siendo el mismo ingrediente, puede aparecer como jarabe, glucosa, sirope… Siempre que veamos algún nombre que no debería estar en la etiqueta es mejor evitarlos.
Para poder hacer una buena elección, lo ideal es conocer la información, y si no vemos ninguno suficientemente saludable siempre tenemos la opción de hacerlos en casa. Es una elaboración muy sencilla, con muy pocos pasos que te ayudará a asegurarte que los ingredientes que tomas son 100% naturales.
Aquí traigo unos ejemplos de helados súper fáciles, riquísimos y sobre todo saludables.
HELADOS CREMOSOS
Este tipo suele ir acompañado de algún lácteo, en este caso añadimos yogur natural, queso fresco batido o algún yogur vegetal sin azúcares. A este ingrediente le añadimos la fruta que más nos guste, fresas, mango, frutos rojos… Trituramos todo bien y si queremos aportar más dulzor añadimos unas gotitas de Stevia o eritritol. Y ya si queremos hacerlo más apetecible aún podemos derretir chocolate 85% y ponerlo por encima una vez ya congelado el helado, se quedará automáticamente una capa crujiente, si nos damos prisa podemos añadirle almendra natural picada para darle el toque crujiente.
SANDWICH
En este caso sería el mismo proceso anterior, pero en vez de en moldes lo metemos en un recipiente cuadrado o rectangular, para que cuando lo saquemos y pierda un poco el frío podamos cortarlo en cuadrados. Utilizaremos los barquillos típicos de corte que no llevan azúcares. ¡Montamos el sándwich y listo!
Estos son algunos de los ejemplos y opciones saludables para disfrutar este verano, porque una vez más, venimos a demostrar que comer de forma saludable puede ser muy sencillo y riquísimo. Bien estés haciendo una dieta o si solo quieres cuidarte, pensar en qué alimentos ingerir y qué calidad nutricional tienen es súper importante.